Al comprar una vivienda a través de financiación hipotecaria el banco exigía al cliente el pago previo de una serie de trámites como notaría, gestoría, Registro de la propiedad e IAJD (Impuestos de Actos Jurídicos Documentados). Sin embargo, estos costes deben ser cubiertos por el sujeto pasivo, que es el banco y no el cliente, por lo tanto, los consumidores podrán reclamar la devolución de estas cantidades.
Por ejemplo, para una hipoteca media de 140.000 euros, los gastos de notaría pueden ascender a los 550 euros, los gastos del gestor hasta los 250 euros, el Registro hasta 230 euros y el IAJD a 1.800 euros. Lo que suma un total de 2.830 euros. Además, el cliente también puede reclamar los gastos de tasación (300 euros aproximadamente) si cuando solicitó el préstamo hipotecario ya había tasado por su cuenta la vivienda (con una tasadora homologada) y el banco no la aceptó.